miércoles, 5 de octubre de 2011

La maleta mexicana de Capa llega a Barcelona

EL PAÍS - Madrid - 05/10/2011 

El Museu Nacional d'Art de Catalunya, en coproducción con el International Center of Photography de Nueva York (ICP), presenta por primera vez en España las fotografías tomadas por Robert Capa, Gerda Taro y David Seymour Chim en la Guerra Civil española cuyo rastro se había perdido desde 1939 y que fue recuperada en 2007. "Estas extraordinarias imágenes, muchas de ellas inéditas, componen lo que se ha venido a llamar la Maleta Mexicana y son sin duda el más importante conjunto de negativos recuperados del siglo XX", señala el museo en un comunicado.

Ernest Hemingway (c) y Herbert Matthews (2i), enviados especiales a la guerra civil española, junto a dos soldados republicanos, Teruel. Diciembre de 1937.- Robert Capa/MAGNUM

Robert Capa abandonó París en 1939, antes de que los alemanes ocuparan la ciudad. En su estudio dejó un valioso material, entre el cual había tres cajas que contenían 126 carretes fotográficos con 4.500 instantáneas tomadas durante la Guerra Civil española, entre mayo de 1936 y marzo de 1939, por él mismo, por Gerda Taro y por David Seymour Chim; así como otra pequeña cantidad de fotografías realizadas por Fred Stein en la capital francesa.
Tchiki Weiss, también fotógrafo y colaborador de Capa y de Chim, viajó en bicicleta de París a Burdeos, con las cajas de negativos en su mochila. Su propósito era enviarlos a México en barco. Este material se dio por perdido hasta que reapareció en ese país en 1995. En 2007 los negativos llegaron al ICP de Nueva York, donde se han expuesto al público entre septiembre de 2010 y enero de 2011. El MNAC, que ya mostró algunos de los documentos de la Maleta Mexicana en el marco de las exposiciones Esto es la guerra. Robert Capa en acción y Gerda Taro organizadas por el Museo en el verano de 2009, presenta ahora por primera vez en España la exposición que revela el contenido de la maleta. Más tarde, esta exposición podrá verse también en Bilbao y en Madrid.

La Maleta Mexicana

El redescubrimiento de los negativos de la Guerra Civil española de Capa, Chim y Taro presenta unas 70 fotografías -de las cuales 50 son copias de época- además de contactos ampliados modernos de algunas series completas, así como documentos que permiten contextualizar las imágenes y nos revelan el impacto que tuvieron en el momento de ser publicadas. Las fotografías y los documentos que conforman la exposición se agrupan en 32 ámbitos y permiten seguir los pasos de los tres fotógrafos por la España en guerra.

 Un hombre lleva a un muchacho herido, Teruel. Diciembre de 1937.- Robert Capa/MAGNUM

Las instantáneas de la Maleta Mexicana muestran manifestaciones y desfiles, bombardeos, heridos en los hospitales y cuerpos en la morgue a la espera de ser identificados. Cientos de dramas humanos, pero también la vida que continúa en las ciudades en guerra y en la retaguardia. Prestan atención a momentos íntimos y también a acontecimientos históricos, como el II Congreso Internacional para la Defensa de la Cultura, celebrado en Valencia. Entre los negativos aparecidos se encuentran retratos hasta ahora desconocidos de personajes como Federico García Lorca, Dolores Ibárruri La Pasionaria, Rafael Alberti, André Malraux o Ernest Hemingway. También hay imágenes de batallas decisivas como las de Teruel, Segre y Brunete, del frente de Cataluña y de la resistencia de Madrid.
Nueva información
Estos negativos permiten contemplar las series completas a las que pertenecen algunas fotografías publicadas en su momento por prestigiosas revistas como Life, Regards o Picture Post, que les dedicaron multitud de páginas y de elogios, convirtiéndolas en imágenes icónicas de la Guerra Civil. Gracias a los negativos que ahora han aparecido pueden ser leídas en el orden en el que fueron tomadas.
Todo ese material aporta mucha información sobre momentos cruciales del conflicto y sus protagonistas, al mismo tiempo que arroja luz sobre la manera de trabajar de los tres fotógrafos, pioneros del fotoperiodismo. El estudio de estas imágenes ha permitido asimismo confirmar o reatribuir las autorías de algunas de las fotografías.
"Robert Capa, Gerda Taro y David Seymour Chim sentaron las bases del fotoperiodismo moderno al apostar por una nueva manera de mirar y de trabajar, sumergidos en la acción, comprometidos", añade la nota. Para los tres amigos, que habían coincidido en París exiliados de sus propios países, España fue el bautismo de fuego. Para Gerda Taro, el principio y el final. Taro, una de las primeras mujeres fotoperiodistas de la historia, murió arrollada por un tanque en Brunete. Robert Capa continuó cubriendo un largo rosario de conflictos hasta que en 1954 encontró la muerte en Indochina, al pisar una mina. También David Seymour Chim, que al finalizar la guerra pudo documentar el viaje a México en barco de un grupo de exiliados españoles, encontró la muerte en un campo de batalla. Fue ametrallado en Suez, el 10 de noviembre de 1956.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Después de la fotografía. La muerte de la imagen fotográfica

Close up de Aki Ross, actriz virtual de Final Fantasy


Texto: Arturo Ávila Cano

Con la irrupción de las nuevas tecnologías en el ámbito fotográfico en algunos sectores académicos, de la industria fotográfica y del periodismo se comenzó a hablar del fin de la historia de la imagen fotográfica. Es decir, se comenzó a especular sobre la llegada de la era postfotográfica y con ello el fin de la credibilidad absoluta sobre las imágenes referenciales. De hoy en adelante ya no habría por que´ conformarse con capturar al mundo, sino mejor, habría que recrearlo, reinventarlo.

En la obra La imagen fotográfica en la cultura digital, Kevin Robins se apresura a cuestionarnos si ante el embate de los nuevos medios como el video digital, la amplia posibilidad que ofrece el fotomontaje mediante el uso lúdico del software, una imagen bidimensional que en gran parte atiende a lo referencial -como lo es la fotografía- nos seguiría conmoviendo.

En dicho artículo Robins afirma que la muerte de la fotografía es algo anunciado. "Hay un sentimiento creciente de que estamos presenciando el nacimiento de una nueva era, la de la postfotografía. Esto, desde luego, representa una respuesta al desarrollo de la nueva tecnología electrónica digital... Durante la pasada década hemos visto la convergencia creciente de las tecnologías fotográficas con las del video y del ordenador, y esta convergencia parece hacer surgir un nuevo contexto en el que las imágenes constituirán sólo un pequeño elemento en el ámbito que nos rodea, de lo que se ha denominado hipermedia".

Y muchas de las nuevas imágenes nos hablarán de cosas que no existen, de gente virtual, de historias inventadas mediante un ordenador. A tal paso, la imagen que atiende a documentar ciertas realidades que nos hablan de injusticias y de opresiones, pasarán a considerarse como meras especulaciones visuales creadas por medio de un ordenador para desprestigiar a un personaje o a un gobierno. Eso parecería, sin embargo, vemos que esas injusticias son ampliamente documentadas por gente que no es precisamente periodista y que con un dispositivo móvil logra capturar fotografías que luego comparte en la red de redes. De tal modo, no tendríamos porque estar en las exequias de una imagen que hoy está desprestigiada y moribunda, pero que se niega a morir, y además antes de ponernos de riguroso luto o inciar un festival, nos deberíamos preguntar si ya no necesitamos documentar visualmente, con ética y credibilidad al mundo. ¿Ya no nos es necesario documentar las historias que se tejen alrededor del mundo? Si es así ¿entonces habría que entregarse al amplio uso y disfrute de lo artefactual sin ningún menoscabo?

Modelando a Aki Ross, la protagonista virtual de Final Fantasy



Robins indica que Philippe Quéau describe esta situación de la llamada Revolución Digital como una verdadera revolución comparable a la "aparición del abecedario, de la pintura o la invención de la fotografía". Constituye una nueva herramienta de creación y de conocimiento. Al respecto, algunos sociólogos afirman también que esta revolución tecnológica también representa la conformación de una brecha generacional entre los jóvenes que están ampliamente habituados al uso indiscriminado de las nuevas tecnologías, y aquella parte de la población que está "desconectada", es decir, fuera de la red y del uso de las computadoras.

Pero regresemos al tema de la imagen fotográfica y su "muerte anunciada". Para el editor español Pepe Baeza, este tema pasa por el espíritu de los tiempos que vivimos. Para un mundo postindustrial, posmoderno, imágenes postfotográficas. Así, la llamada virtualidad entroncaría con la posmodernidad, la cultura del simulacro y del artificio.

"Sin duda la eclosión de la virtualidad esta´ cambiando nuestra percepción global sobre las imágenes. S está produciendo felizmente el fin de la experiencia histórica basada en la credibilidad social absoluta de las imágenes técnicas... Pero al mismo tiempo no hay que perder de vista que mientras exista confianza en un determinado emisor, nada hay en las auténticas fotografías que nos impida el disfrute y el valor que deriva de una imagen vinculada directamente con la realidad..."


Sobre la racionalización de la imagen

En el texto de Kevin Robins se aborda el tema de la racionalización de la imagen fotográfica en su calidad de artefacto mecánico que surgió en una época donde la filosofía positivista demandaba orden y progreso mediante la razón y la ciencia. El positivismo y la cámara fotográfica crecieron juntos y se tenía la creencia de que todos los hechos podían ser cuantificables y observador por científicos y expertos en ciertas materias, lo cual le ofrecería al hombre la posibilidad del conocimiento sobre la naturaleza y la sociedad.

Es decir, a la fotografía se le estimaba como un artefacto que podía conducirnos a la verdad sobre el mundo. En ese contexto fue un instrumento de poder y de control. "Esta idea del documento fotográfico como testimonio fidedigno de las cosas del mundo real puede considerarse como funcional para la cultura que la inventó".

Y en este nuevo contexto de tecnologías digitales, el escritor norteamericano William Mitchell afirma que éstas están desestabilizando la vieja ortodoxia fotográfica, "desnaturalizando las reglas de comunicación gráfica"... Así, las "imágenes digitales constituyen un nuevo tipo de señal con propiedades bastante diferentes de la imagen fotográfica. Estas nuevas imágenes pueden utilizarse para producir nuevas formas de entendimiento, y también pueden fabricarse para <>".

Es decir, Robins concluye que las imágenes digitales han subvertido las nociones tradicionales de verdad, autenticidad y originalidad, impulsándonos a ser más <> de la naturaleza y del estatus de las imágenes.

Bibliografía

Baeza Pepe (2002) Por una función crítica de la fotografía de prensa Barcelona. Ed. Gustavo Gili
Lister Martin (1997) La imagen fotográfia en la cultura digital España. Ed. Paidós