miércoles, 28 de septiembre de 2011

Después de la fotografía. La muerte de la imagen fotográfica

Close up de Aki Ross, actriz virtual de Final Fantasy


Texto: Arturo Ávila Cano

Con la irrupción de las nuevas tecnologías en el ámbito fotográfico en algunos sectores académicos, de la industria fotográfica y del periodismo se comenzó a hablar del fin de la historia de la imagen fotográfica. Es decir, se comenzó a especular sobre la llegada de la era postfotográfica y con ello el fin de la credibilidad absoluta sobre las imágenes referenciales. De hoy en adelante ya no habría por que´ conformarse con capturar al mundo, sino mejor, habría que recrearlo, reinventarlo.

En la obra La imagen fotográfica en la cultura digital, Kevin Robins se apresura a cuestionarnos si ante el embate de los nuevos medios como el video digital, la amplia posibilidad que ofrece el fotomontaje mediante el uso lúdico del software, una imagen bidimensional que en gran parte atiende a lo referencial -como lo es la fotografía- nos seguiría conmoviendo.

En dicho artículo Robins afirma que la muerte de la fotografía es algo anunciado. "Hay un sentimiento creciente de que estamos presenciando el nacimiento de una nueva era, la de la postfotografía. Esto, desde luego, representa una respuesta al desarrollo de la nueva tecnología electrónica digital... Durante la pasada década hemos visto la convergencia creciente de las tecnologías fotográficas con las del video y del ordenador, y esta convergencia parece hacer surgir un nuevo contexto en el que las imágenes constituirán sólo un pequeño elemento en el ámbito que nos rodea, de lo que se ha denominado hipermedia".

Y muchas de las nuevas imágenes nos hablarán de cosas que no existen, de gente virtual, de historias inventadas mediante un ordenador. A tal paso, la imagen que atiende a documentar ciertas realidades que nos hablan de injusticias y de opresiones, pasarán a considerarse como meras especulaciones visuales creadas por medio de un ordenador para desprestigiar a un personaje o a un gobierno. Eso parecería, sin embargo, vemos que esas injusticias son ampliamente documentadas por gente que no es precisamente periodista y que con un dispositivo móvil logra capturar fotografías que luego comparte en la red de redes. De tal modo, no tendríamos porque estar en las exequias de una imagen que hoy está desprestigiada y moribunda, pero que se niega a morir, y además antes de ponernos de riguroso luto o inciar un festival, nos deberíamos preguntar si ya no necesitamos documentar visualmente, con ética y credibilidad al mundo. ¿Ya no nos es necesario documentar las historias que se tejen alrededor del mundo? Si es así ¿entonces habría que entregarse al amplio uso y disfrute de lo artefactual sin ningún menoscabo?

Modelando a Aki Ross, la protagonista virtual de Final Fantasy



Robins indica que Philippe Quéau describe esta situación de la llamada Revolución Digital como una verdadera revolución comparable a la "aparición del abecedario, de la pintura o la invención de la fotografía". Constituye una nueva herramienta de creación y de conocimiento. Al respecto, algunos sociólogos afirman también que esta revolución tecnológica también representa la conformación de una brecha generacional entre los jóvenes que están ampliamente habituados al uso indiscriminado de las nuevas tecnologías, y aquella parte de la población que está "desconectada", es decir, fuera de la red y del uso de las computadoras.

Pero regresemos al tema de la imagen fotográfica y su "muerte anunciada". Para el editor español Pepe Baeza, este tema pasa por el espíritu de los tiempos que vivimos. Para un mundo postindustrial, posmoderno, imágenes postfotográficas. Así, la llamada virtualidad entroncaría con la posmodernidad, la cultura del simulacro y del artificio.

"Sin duda la eclosión de la virtualidad esta´ cambiando nuestra percepción global sobre las imágenes. S está produciendo felizmente el fin de la experiencia histórica basada en la credibilidad social absoluta de las imágenes técnicas... Pero al mismo tiempo no hay que perder de vista que mientras exista confianza en un determinado emisor, nada hay en las auténticas fotografías que nos impida el disfrute y el valor que deriva de una imagen vinculada directamente con la realidad..."


Sobre la racionalización de la imagen

En el texto de Kevin Robins se aborda el tema de la racionalización de la imagen fotográfica en su calidad de artefacto mecánico que surgió en una época donde la filosofía positivista demandaba orden y progreso mediante la razón y la ciencia. El positivismo y la cámara fotográfica crecieron juntos y se tenía la creencia de que todos los hechos podían ser cuantificables y observador por científicos y expertos en ciertas materias, lo cual le ofrecería al hombre la posibilidad del conocimiento sobre la naturaleza y la sociedad.

Es decir, a la fotografía se le estimaba como un artefacto que podía conducirnos a la verdad sobre el mundo. En ese contexto fue un instrumento de poder y de control. "Esta idea del documento fotográfico como testimonio fidedigno de las cosas del mundo real puede considerarse como funcional para la cultura que la inventó".

Y en este nuevo contexto de tecnologías digitales, el escritor norteamericano William Mitchell afirma que éstas están desestabilizando la vieja ortodoxia fotográfica, "desnaturalizando las reglas de comunicación gráfica"... Así, las "imágenes digitales constituyen un nuevo tipo de señal con propiedades bastante diferentes de la imagen fotográfica. Estas nuevas imágenes pueden utilizarse para producir nuevas formas de entendimiento, y también pueden fabricarse para <>".

Es decir, Robins concluye que las imágenes digitales han subvertido las nociones tradicionales de verdad, autenticidad y originalidad, impulsándonos a ser más <> de la naturaleza y del estatus de las imágenes.

Bibliografía

Baeza Pepe (2002) Por una función crítica de la fotografía de prensa Barcelona. Ed. Gustavo Gili
Lister Martin (1997) La imagen fotográfia en la cultura digital España. Ed. Paidós